Mi primer contacto con la resina, fue hace un tiempo cuando yo aun me juraba que no caería en la tentación. Entre mi marido y yo buscamos una cabecita de segunda mano para hacer un regalo y encontramos una que vendía una chica cerca de donde vivo. Es gracioso porque cuando la compré dije bien claro que no quería mirarla mucho porque no quería enamorarme, pues nada; la cabecita se quedó conmigo.
Es una Ciel de Musedoll. Es que verlos en el ordenador es una cosa, pero tenerlos en la mano... no tiene precio jejeje. Me encantó la suavidad de la resina, no me la imaginaba asi. La verdad es que para mí es preciosa y tengo que conseguirle un cuerpecito pronto porque me da mucha pena tenerla tan guardada.
Quiero también cambiarle el maquillaje, los ojos y la peluca para que se ajuste a su personalidad y su personaje.
Aquí os pongo una fotillo de la cabecita de Amanda, aunque advierto que ni el maquillaje, ni los ojos, ni la peluca son los suyos. No tengo fotos de la llegada porque realmente no estaba preparada, no me lo esperaba y creo que fue el gancho perfecto para involucrarme por completo en este mundo ya que al tenerla en mis manos dije cual niña mimada: QUIERO MAS!!!!!
